Si eres un amante de la cerveza y cultivar plantas es tu pasión, no puedes perder la oportunidad de plantar lúpulo en tu jardín o en tu huerto. Es muy sencillo ya que es una planta que no necesita de grandes cuidados, y con un poco de mimo por tu parte crecerá sana y fuerte para dar conos de lúpulo de donde podrás obtener el líquido preciado.
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Como plantar lúpulo si no tengo un esqueje
Si no has podido hacerte con un esqueje, no te preocupes porque realmente la forma más eficaz y productiva de plantar esta planta es por medio del rizoma, que es la parte subterránea. Es decir, que hay dos tipos de esqueje: el de rizoma y el de tallo. Además, esta planta que suele dar frutos a partir de los 3 años de ser plantado el tallo pero, si utilizas el rizoma, da frutos mucho antes. Lo mejor es comenzar plantando el lúpulo en una maceta, por que los cuidados varían según el estadio de desarrollo en el que se encuentre.
También has de saber que hay varios tipos de rizoma, por lo que pregunta antes de comprar por el que más te convenga según para el tipo de cerveza que lo quieras. Por cierto, si no los vas a sembrar inmediatamente, hay que tenerlos humedecidos en un paño húmedo en la nevera, para que no se sequen.
Una vez que has plantado el rizoma, los cuidados necesarios se centran en la cantidad de agua y de luz. Al principio necesitan mucha agua (pero ya sabes, no en exceso o la raíz se pudrirá), y nada de luz directa del sol. A medida que va creciendo el lúpulo, hay que pensar en trasplantarlo, especialmente cuando ha alcanzado un palmo de altura, es momento de colocar la planta en un lugar soleado y seguir manteniendo la cantidad de agua, para que el rizoma esté húmedo.
Cómo plantar lúpulo en mi jardín
A parte de los cuidados que ya se han dicho, es muy importante preparar el suelo: romperlo con un azadón para que quede suelto y retirar los hierbajos, las piedras y los fragmentos de tierra apelmazada. El abono orgánico le viene fenomenal, al igual que los fertilizantes naturales.
Cómo obtener frutos del lúpulo
Se trata de una planta que crece con facilidad, de hecho en el primer año puede llegar a los 3 metros de altura; sin embargo, a pesar de su tamaño no dará frutos porque en esta fase lo importante es que el rizoma se forme correctamente. Al llegar el invierno, los expertos aconsejan podar el tallo y dejar sólo unos 10- 15 centímetros; aunque parezca agresivo para la planta, esto es muy beneficioso para ella, ya que el rizoma comienza a crecer rápidamente aumentando su tamaño y desarrollando nuevas raíces. Todo ello favorece que el lúpulo crezca y que sea capaz no sólo de crecer en altura superando la talla que alcanzó el primer año, sino también dar frutos, llamados conos de lúpulo. Estos conos se cortan directamente de la planta dejando unos 10 centímetros de tallo. La época de la recolección es en septiembre.