¿Sabías que las hojas de violeta son comestibles? Pues si además te encanta el aroma de estas pequeñas flores, que se utilizan como elemento decorativo y en infusiones, puedes plantarlas tú mismo en casa en unos sencillos pasos.
Contenidos
Cómo plantar violetas y preparar el suelo correctamente
Aunque parecen y realmente son delicadas, las violetas crecen en cualquier tipo de suelo, por este motivo, elegir el sitio adecuado es bastante sencillo. Lo que más debe preocuparnos es la luz ya que, salvo que vivas en una región muy cálida, las violetas aguantan perfectamente la luz directa del sol. Quizá lo más complicado es la preparación del suelo en caso de que no tengas experiencia. Para empezar, el pH del mismo debe estar entre los valores 6 y 7.5; ya sabes, que existen en el mercado medidores de pH, tanto en tiras como digitales, y que puedes comprar fácilmente en el vivero o en tiendas especializadas en internet.
Hay que abrir el suelo con una azada y retirar las piedras, los hierbajos, y los trozos de tierra apelmazados que encuentres. Si la remueves bien, ayudarás a que estos suelos drenen en condiciones, porque las violetas son delicadas y el exceso de agua puede acabar con ellas rápidamente. El abono orgánico y los fertilizantes naturales le vienen fenomenal.
Después sembramos las semillas; que puedes comprar en la tienda o, si tienes violetas a mano, coge alguna que tenga raíces y ponla en una maceta con agujeros en la base para expulsar el exceso de agua; al cabo de unas semanas puedes pasarlas a otro contenedor más grande o al jardín. Por otra parte las semillas se siembran en otoño para que florezcan en primavera; recuerda que las semillas requieren u período de estratificación antes de ser trasplantadas a otro lugar. Lo mejor es colocar las semillas en filas, dejando un espacio de 20- 30centímetros entre una y otra.
Lo qué necesitas saber sobre el cuidado de las violetas
El primer consejo se refiere a la cantidad de agua que estas flores necesitan porque hay que regarlas muy a menudo; lo ideal es que la arena esté siempre húmeda, pero sin pasarse. Procura que retirar las malas hierbas para que no absorban los nutrientes que nuestras violetas necesitan. Ahoguen la planta. Otro punto importante es evitar las heladas, por lo que te aconsejamos que las plantes en maceta para que no se echen a perder.
Y por último, si te ha gustado la experiencia y quieres volver a repetir el cultivo de violetas el otoño próximo, coge las hojas que necesites; estas hojas crecen en gran cantidad al final del invierno