Pocas cosas hay en la vida tan fáciles como plantar perejil; esta planta aromática es un indispensable en cualquier cocina que se precie así que ¿por qué no cultivar perejil en casa? Esta planta procede de las regiones del Mediterráneo, pero hoy en día se cultiva en cualquier parte del mundo, tanto en su variedad de hoja rizada como en la de hoja plana.
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Cómo plantar perejil en casa
Puedes sembrar perejil en casa de forma muy sencilla si tienes una maceta que tenga agujeros en la base; ya sabes que esto es necesario para aquellas plantas que necesitan un suelo húmedo pero drenado, porque suele pasar que con el exceso de agua las raíces se pudren; de esta forma, sueltan el excedente y así no se perjudica a la planta.
Aunque puedes utilizar sólo sustrato orgánico (lo encuentras en cualquier vivero), el perejil crece con rapidez si mezclas dos partes de este sustrato orgánico con una parte de humus de lombriz. Respetar las proporciones es importante porque hay plantas a las que les resultan demasiado fuerte los aditivos, especialmente si son artificiales; en el caso de los abonos orgánicos también hay que tener cuidado porque para algunas plantas pueden ser dañinos si se sobrepasan ciertas proporciones.
El perejil no necesita profundidad, por lo que puedes plantar semillas a 2-3 centímetros y crecerá sano tanto en la superficie como por debajo de la tierra; se trata de una planta que enraíza con facilidad por lo que no es necesario hacer un agujero más profundo. Estas semillas puedes conseguirlas en los viveros y tiendas especializadas, incluso en grandes supermercados, en la sección de jardinería.
Coloca la maceta en una zona iluminada, que mantenga una temperatura cálida de unos 20⁰C-25⁰C grados centígrados. Normalmente germinan en seguida, de hecho a las dos semanas ya verás que tu planta asoma y comienza a crecer. En cuanto a la floración, ésta suele ocurrir al cabo de dos temporadas, por lo que te resultará fácil cultivar más perejil.
Cómo plantar perejil época.
Lo fundamental en el cuidado del perejil es la luz, ya que se trata de una planta que, necesitando mucha iluminación, sólo aguanta unas pocas horas la luz directa del sol; siempre contando que no vivas en una región muy calurosa, entonces hay que reducir la exposición directa. Por lo tanto, busca en casa una ubicación que garantice unas 3 o 4 horas al día, que le son necesarias para adquirir ese tono verde tan característico.
En cuanto a la temperatura, hay que asegurarse de que no hay cambios bruscos de frío a calor y viceversa; el perejil quiere clima templado, como se ha dicho más arriba, unos 20⁰C-25⁰C grados centígrados es lo ideal. Y no nos olvidemos de mantener el suelo húmedo; no hace falta regarlo todos los días; sólo cuando veas que la capa superficial del sustrato está seca.
No es necesario añadir fertilizantes ni aditivos, salvo si has puesto humus en el sustrato, por lo demás si sigues estos pequeños consejos, el perejil crecerá sano y podrás disfrutar de él en tu cocina.