La falta de calcio en los tomates puede provocar la aparición de enfermedades como la necrosis apical o ‘Blossom-end rot‘. Los síntomas incluyen decoloración circular, depresión en la piel y manchas oscuras. Las causas pueden ser la falta de riego adecuado, altas temperaturas y sequía prolongada.
Para prevenir esta deficiencia, se recomienda establecer un programa de riego adecuado y aportar calcio al suelo o a las plantas a través de fertilizantes y enmiendas agrícolas. También se mencionan diferentes enfermedades asociadas a la falta de calcio y otros cultivos afectados.
Importancia del calcio en los tomates y pimientos
Contenidos
El calcio desempeña un papel fundamental en el crecimiento y desarrollo de los tomates y pimientos. Estos cultivos requieren cantidades adecuadas de calcio para llevar a cabo funciones vitales como la formación de células y la regulación de diversos procesos metabólicos.
Efectos de la falta de calcio en los tomates
Cuando hay deficiencia de calcio en los tomates, pueden ocurrir diversos efectos negativos en la planta y en la calidad de los frutos.
Algunos de los efectos más comunes incluyen la aparición de manchas oscuras y circulares en los frutos, depresiones en la piel y decoloraciones alrededor de la zona afectada. Estos síntomas pueden afectar la apariencia y la comercialización de los tomates.
Causas de la deficiencia de calcio en los tomates
Varias condiciones y factores pueden contribuir a la deficiencia de calcio en los tomates. La falta de riego adecuado, especialmente en situaciones de sequía prolongada, puede limitar la absorción de calcio por parte de la planta.
Las altas temperaturas y las altas humedades en invernaderos pueden dificultar la transpiración y la asimilación de nutrientes, incluyendo el calcio. Además, un crecimiento excesivamente rápido de la planta y la presencia de bajos niveles de calcio en el suelo también pueden desencadenar deficiencias.
Tratamientos para prevenir la falta de calcio en los tomates
La falta de calcio en los tomates puede provocar enfermedades y trastornos fisiológicos perjudiciales para su desarrollo. Afortunadamente, existen diferentes tratamientos que podemos implementar para prevenir esta deficiencia y mantener la salud de nuestras plantas.
Programa de riego adecuado
Para prevenir la falta de calcio en los tomates, es fundamental establecer un programa de riego adecuado. El suministro de agua regular y controlado permitirá que las raíces absorban eficientemente los nutrientes del suelo, incluido el calcio.
Es recomendable mantener un nivel óptimo de humedad en el suelo sin llegar a la saturación, evitando así el estrés hídrico y la concentración excesiva de sales.
Aporte de calcio al suelo o planta
Además de un programa de riego adecuado, es necesario asegurar un aporte suficiente de calcio al suelo o a las plantas para prevenir la deficiencia. Existen diferentes opciones para lograrlo:
Fertilizantes recomendados: nitrato cálcico, yeso, óxido de calcio
Una forma efectiva de proporcionar calcio a las plantas es a través de la aplicación de fertilizantes ricos en este nutriente. El nitrato cálcico, el yeso y el óxido de calcio son opciones recomendadas y ampliamente utilizadas. Estos fertilizantes deben ser aplicados correctamente, siguiendo las dosis y tiempos recomendados, para evitar excesos o deficiencias.
Enmiendas agrícolas: cal apagada, cáscaras de huevo, extracto de ortiga, ceniza de madera
Otra opción para proporcionar calcio al suelo es a través de enmiendas agrícolas. La cal apagada, las cáscaras de huevo trituradas, el extracto de ortiga y la ceniza de madera son ejemplos de enmiendas ricas en calcio que pueden ser incorporadas al suelo. Estas enmiendas no solo aportan calcio, sino que también mejoran la estructura y la fertilidad del suelo.
Enfermedades asociadas a la falta de calcio en los tomates
La falta de calcio en los tomates puede ser la causa de enfermedades como la necrosis apical, también conocida como ‘Blossom-end rot‘, y la podredumbre apical del tomate. Ambas enfermedades pueden tener consecuencias negativas en la calidad y producción de los frutos.
Necrosis apical (Blossom-end rot)
La necrosis apical se caracteriza por la aparición de decoloraciones circulares, depresiones en la piel y manchas oscuras en la parte inferior de los frutos de los tomates. Estos síntomas pueden afectar significativamente la apariencia y el valor comercial de los tomates.
La falta de calcio en el suelo o su deficiente asimilación por las plantas pueden desencadenar esta enfermedad fisiológica. Factores como la falta de riego adecuado, altas temperaturas y sequía prolongada pueden aumentar el riesgo de desarrollo de la necrosis apical en los tomates.
Podredumbre apical del tomate
Otro problema asociado a la falta de calcio en los tomates es la podredumbre apical. En esta enfermedad, los frutos de los tomates presentan una área hundida y descompuesta en la parte inferior. Además, se pueden observar hojas curvadas hacia arriba y un crecimiento deficiente de la planta.
La podredumbre apical del tomate puede ocurrir cuando el suelo presenta un desequilibrio de nutrientes, especialmente de calcio. Además de la falta de calcio, otros factores como desequilibrios de pH del suelo y alto contenido de sales pueden contribuir a esta enfermedad.
Para prevenir y tratar ambas enfermedades, es fundamental asegurar un adecuado aporte de calcio a las plantas de tomate. El establecimiento de un programa de riego adecuado y la aplicación de fertilizantes que contengan calcio, como el nitrato cálcico o el yeso, pueden ayudar a prevenir estas deficiencias y reducir los riesgos de desarrollo de la necrosis apical y la podredumbre apical en los tomates.