A pesar de no dar fruto, estas decorativas y aromáticas plantas dan un toque especial allá donde crecen; y es que si has tenido la oportunidad de pasar temporadas en el campo, seguro que la lavanda te trae buenos recuerdos, su olor característico perfuma el ambiente y constituye un elemento decorativo natural como ningún otro.
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Cómo plantar o cultivar lavanda en una maceta en casa
La lavanda es una planta muy versátil que se adapta a cualquier tipo de suelo; de esta forma crece con rapidez en multitud de paisajes con características diferentes, siempre y cuando estén bien drenados porque la lavanda no soporta el exceso de humedad, y sus raíces se pudren si el suelo no elimina el exceso de agua; lo cual no quiere decir que no necesite agua. Al contrario, hay que regarla a menudo; más o menos una vez a la semana es suficiente, teniendo en cuenta que aguanta bastante bien el calor y las altas temperaturas; no obstante, también hay que aplicar el sentido común y, si hace mucho calor, puedes humedecerlas un par de veces o tres; en general cuando veas que la capa superior del sustrato se ha secado por completo, es momento de regar la planta. No obstante, la lavanda se desarrolla con más rapidez en sustratos arenosos, ligeros y que contengan algo de materia orgánica.
Si vas a plantar lavanda en casa, puedes hacerlo de dos formas: sembrando las semillas o por medio de esquejes. ¿Cuál es el mejor sistema? Realmente da igual, los resultados son los mismos y la lavanda es una planta muy agradecida que crece con rapidez. Lo único es que si cultivas un esqueje tienes que utilizar ramitas de unos 10 centímetros y colocarlas en una maceta. La mejor época para el cultivo de la lavanda es en primavera y principios de verano.
Se trata de plantas muy resistentes por lo que salvo que te excedas en el riego o que el suelo no drene correctamente, no son susceptibles de sufrir enfermedades o plagas.
Otra forma de plantar nuestras lavandas en casa, en nuestro jardín o en nuestro huerto es comprando la planta ya formada en contenedores pequeños y plantar directamente la planta. Para este tipo de plantación la mejor época siempre será los meses de primavera, ya que aunque es una planta que tolera la sequía son mejores los meses de temperaturas frescas y humedad alta para las primeras fases del desarrollo de la planta.
La lavanda es una pequeña planta arbustiva de la familia de las aromáticas que plantada en nuestro huerto le va a dar un toque de distinción y le va a mantener más sano, pues las flores de la lavanda atraen a uno de los insectos más importantes para la polinización, las abejas.
Este aumento de abejas en nuestro huerto mejorará, y con mucho, la fecundación y posterior cuajado de nuestros frutos.
Cuidados indispensables para nuestras lavandas.
Los expertos recomiendan abonar una vez al año, especialmente a principios de invierno. No obstante, ten en cuenta que no conviene colocar dicho abono cerca de la lavanda para que no abrase la planta. También los hay que aconsejan pinchar todas las flores el primer año para que la planta arraigue bien. De esta forma, si vas a utilizar sus flores para elaborar esencias o te, hay que recogerlas a partir del segundo año; mejor los días de calor para que puedas ponerlas a secar de forma natural y no pierdan su aroma. Una vez se han secado conviene guardarlas en un bote cerrado y evitar que les dé la luz. Después de coger las flores, puedes podar la planta cortando las ramas hasta la altura de las hojas.
Por cierto, si plantas lavandas en maceta, asegúrate de que éstas tienen agujeros en su base para que expulsen el exceso de humedad. Por lo demás aguanta bien el frío y las heladas, al igual que las altas temperaturas.
Como ves, la lavanda es muy fácil de cultivar, que decorará y aromatizará cualquier lugar en el que la coloques.
Tenemos que tener en cuenta que la lavanda, como todas las aromáticas, tienen una vejez muy mala y que cada cierto tiempo tendremos que renovar nuestras plantas de lavanda sí queremos mantener los parterres sanos y vigorosos.
Cuándo se planta la lavanda.
La mejor época para plantar nuestras lavandas ya sea en maceta o en nuestro jardín van a ser los meses comprendidos entre noviembre y marzo. De este modo la planta pueda aprovechar las lluvias del otoño y del invierno.