¿Alguna vez te has preguntado por la necesidad de podar tus árboles?. Yo creo que sí. Todos los amantes de las plantas sabemos que la poda tanto en árboles como en arbustos es una necesidad. Sí quieres aprender a adquirir algunos conocimientos de cómo podar árboles frutales, sigue atentamente este artículo.
La poda permite potenciar el desarrollo de nuestros árboles o arbustos, así como estimular la ramificación y floración, o rejuvenecer a una planta envejecida.
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Cómo garantizar una buena brotación con la poda
La poda en el momento de la plantación tiene como objetivo propiciar la ramificación de las raíces, si se trata de un árbol o un arbustos con las raíces desnudas, o de las ramas es garantía de un buen desarrollo para las plantas de nuestro jardín.
¿Debemos proceder de distinta manera según se trate de un árbol de hoja caduca adquirido a raíz desnuda o bien de un árbol o arbustos adquirido en cepellón o contenedor?. Rotundamente sí.
Cómo podar árboles de hojas caduca
Los árboles de hoja caduca que se compran con las raíces desnudas deben plantarse entre noviembre y marzo. La poda en el momento de su plantación afectará a raíces y ramas. Hay que aprovechar para suprimir las raíces enfermas, dañadas o muertas.
En el momento de la plantación, se cortan igualmente las ramas muertas o tronchadas. Se reduce alrededor de un tercio la longitud de las ramas que quedan, respetando la silueta del conjunto y equilibrando el volumen de raíces y ramas.
Cómo podar árboles en cepellón o en maceta
Cuando compramos un árbol en cepellón o contenedor (maceta) debemos limitarnos a reducir el volumen de las ramas para que esté proporcionado con el del cepellón, eliminando las ramas débiles o estropeadas.
Cuando se trata de arbustos con flor en contenedor, no hay que podarlos si se plantan antes o durante la floración. Hay que esperar a que pierdan la flor para realizar lo que se denomina poda de floración.
Cómo podar a un árbol o arbusto jóven
Por lo general debemos de permitir que la mayor parte de los arbustos ornamentales se desarrollen de forma natural, ya que mediante la poda lo único que buscamos es acentuar la forma natural de nuestros árboles y arbustos.
Poda de formación
La poda de formación está destinada a dar forma y se practica durante uno o dos años. En esta fase se trata de obtener un árbol o arbusto vigoroso sin tener en cuenta la floración. La primavera es la época adecuada para la poda de formación.
Debemos saber que durante los primeros años de vida de los árboles frutales desarrollan el tronco y las ramas. Cuando retoña de forma natural se desarrolla siempre en pie alto. Por lo que para reducir su envergadura y para protegerlo de las heladas primaverales, puede ser conveniente guiarlo y podarlo para que adopte una forma en particular.
Es importante conseguir un tronco bien recto y achaparrado. También es importante la disposición de las ramas maestras o principales, reduciendo su número. Esta operación es básica pues tiene gran influencia en la producción de arbustos.
[table id=5 /]La poda es una operación muy importante para los árboles y arbustos del jardín. Favorece el crecimiento de la vegetación, da a la planta una forma armoniosa, potencia la floración y, en el caso de los árboles o arbustos frutales, la producción de frutos. La poda comienza en el momento de la plantación de un ejemplar jóven y prosigue a lo largo de toda su vida.
Poda de floración o fructificación en árboles frutales
Con este tipo de poda vamos a favorecer que el árbol frutal de flores y frutos. Sin esta poda el árbol se vuelve demasiado denso, produce pocas flores y frutos, y estos son pequeños y de mala calidad.
Por otro lado, para que se desarrollen bien y produzcan hermosos frutos las ramas tienen necesidad de luz.
La poda de fructificación o de floración constituye un esfuerzo constante por equilibrar y repartir las ramas en el espacio disponible de modo que disfruten del máximo de luz y no se estorben unas a otras. Esta poda tendrá como finalidad la obtención de una fronda densa y joven: son las ramas más jóvenes las que producen mayor cantidad de flores.
Cuando realizamos la poda de cualquier árbol o arbusto siempre hay que cortar la rama entre 4 y 6 mm por encima de una yema bien formada (visible). De esa yema brotará una nueva ramificación estimulada por el corte. Es preferible que las yemas estén situadas en el exterior de la rama. De ese modo, la rama no se va a desarrollar hacia el centro del árbol obstaculizando su crecimiento, sino que enriquecerá la silueta.
El corte debe ser oblicuo cuya parte más baja debe quedar en el lado contrario de la yema.
La hoja curva de corte de las podadera debe estar siempre orientada hacia la parte de la rama que se deja en la planta; la otra hoja bloqueará la rama en el momento del corte. De este modo conseguiremos un corte limpio.