Probablemente ya has oído hablar de la Stevia o has visto en el supermercado productos edulcorantes a base de esta planta. Y es que sus propiedades para la salud son muy beneficiosas y su uso es indispensable en cualquier dieta de adelgazamiento e incluso para los diabéticos, ya que es más sana que el azúcar y no contiene calorías.
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Qué necesito saber para plantar y cultivar la Stevia
Su cultivo es realmente sencillo siempre que se tengan en cuenta ciertos aspectos. El primero es que se trata de una planta tropical, por lo que necesitan un clima templado y húmedo. Así que si vives en regiones en las que caen fuertes heladas, olvídate de cultivar Stevia, salvo que tengas un invernadero, claro.
Lo segundo es que hay que regarlas al menos una vez al día, especialmente en los meses más calurosos. Si vas a cultivar varios ejemplares, o tienes plantas tropicales en casa, puedes plantearte hacerte con un sistema de riego por goteo, que es el que mejor le viene a este tipo de plantas, ya que las mantiene húmedas, pero no las ahoga. Para conservar el suelo húmedo, puedes utilizar también mantillo, a base de hojas o cualquier otro elemento orgánico.
Tercero, no hace falta utilizar abonos, pero si eres de los que les gusta mimar a las plantas, ¡adelante! Cualquier abono orgánico les viene bien. Pero ojo con los fertilizantes a base de nitrógeno, que reducen considerablemente la dulzura de las hojas; en general, el abono mineral o químico es perjudicial para la Stevia.
Por último, en cuanto a la luz, la Stevia no necesita luz directa del sol ya que se deshidrata y acaba por morir. Le gusta la sombra aunque, como se ha dicho más arriba, en los primeros estadios de su desarrollo, la iluminación es esencial si queremos que sobreviva.
Cómo plantar Stevia. ¿Semillas o esquejes?
Realmente da igual uno u otro método, la ventaja es que si te decides por los esquejes, el proceso de crecimiento se acelera; además de que la producción se multiplica, ya que de una planta madre puedes sacar multitud de esquejes.
Si vas a sembrar semillas, asegúrate primero de que compras “Stevia rebaudiana”, porque es la única variedad dulce; ten en cuenta también que sólo las semillas negras o marrón oscuro germinarán. Una vez que ya tienes las semillas, hay que colocar 3 en cada maceta y cubrir con arena. No te olvides de humedecer la arena con agua y tapar con un plástico.
Y ahora viene la parte más complicada ya que tienes que ponerlas en una habitación con la luz encendida durante unas 24 horas y mantener la temperatura ambiente entre 23 y 26 grados. Durante las 3 semanas siguientes, es necesario conservar dicha temperatura y que le dé luz intensa al menos 15 horas diarias. La Stevia comienza a germinar a los 10 días de haber sembrado la semilla, momento en el que se puede retirar el plástico.
Si prefieres plantar un esqueje, hay que utilizar un brote que no tenga flor y mida unos 10 centímetros aproximadamente; se retiran las hojas de la parte inferior y se colocan en una maceta con sustrato humedecido. Es muy importante plantar el esqueje inmediatamente de haber retirado el tallo de la planta madre. Se puede volver a trasplantar a un recipiente más grade o al suelo al cabo de dos meses, más o menos.
Cómo ves, cultivas Stevia es relativamente sencillo, y poder aprovechar sus usos medicinales de sus hojas frescas o en infusión no tiene precio.