El cultivo y plantación de las habas se inicia en los países mediterráneos. En España se sitúa en las provincias de Valencia, Málaga y en Cataluña. En zonas como la Rioja, Zaragoza y Navarra es un cultivo que está en auge.
En España existen tres zonas bien diferenciadas del cultivo de las habas:
Sur-este: producción: para fresco.
Levante-Cataluña: para fresco.
Interior: para industria.
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Orígenes del cultivo de las habas
Se originó en Ecuador, Perú y zona de México. Las habas son un cultivo algo exigente en temperatura.
Su primer uso fue las semillas secas y se empieza a utilizar como producto verde cuando se ven variedades que no tienen pergamino (tejido muy fibroso) y se puede consumir el fruto completo.
Es una leguminosa y se suele considerar como una planta anual.
Las habas son de germinación epígea (los cotiledones salen al exterior).
Taxonomía de las habas
Las hojas de las habas son trifoliadas y la insercción de las hojas es como anillos con respecto al eje del tallo. Esto permite que los foliolos se puedan orientar con respecto al sol y así captar el máximo de radiacción.
Las hojas crecen de forma lateral con respecto al tallo. De las axilas de las hojas suelen brotar las inflorescencias y yemas.
El sistema radicular (raíces) es muy fasciculado (muchas raíces secundarias) y su enraizamiento es superficial.
Las inflorescencias de las habas suelen ser en racimo aunque algunas variedades tienen inflorescencias en racimo. La forma de la flor es papilonácea.
Su fruto es en forma de legumbre y tiene de 5 a 7 semillas por fruto.
Fisiología
Las habas son sensibles al fotoperiodo, es decir, vamos a encontrar variedades de fotoperiodo largo y corto.
Exigencias del cultivo de las habas en clima y suelo
Al ser un cultivo originario de zonas tropicales y por tanto de climas cálidos la temperatura ideal de germinación de las semillas se encuentra alrededor de los 25ºC.
El cero vegetativo de la planta se encuentra por debajo de los 10ºC, es decir, por debajo de esta temperatura el cultivo detiene su crecimiento.
El cultivo de las habas es muy sensible a las heladas ya que temperaturas de -0,5ºC pueden destruir el cultivo.
Temperaturas por encima de los 28ºC afectan a la floración y cuajado del fruto.
Saltos térmicos entre día y noche de 8-10ºC influyen en el desarrollo del cultivo.
El viento puede provocar daños importantes por rozamiento, caídas de flores y depreciación de los frutos por rozamiento.
En cuanto al suelo las habas necesitan suelos sueltos algo arenosos y que drenen bien. Le van mal los suelos arcillosos y pesados, muy calizos e impermeables.
El cultivo de las habas se desarrolla bien en suelos ligeramente ácidos a neutro. No se desarrolla en suelos calizos y es muy sensible a la salinidad tanto en el suelo como en el agua.
Abonado
Al ser un cultivo de ciclo corto hay que controlar muy bien el abonado sobre todo el nitrogenado para evitar que el cultivo se encame.
Preparación del suelo
Las habas acusan mucho la axfisia radicular por lo que es conveniente preparar el suelo en profundidad. En un suelo arenoso el subsolado no es necesario.
Hay que tener en cuenta el tipo de suelo y el cultivo anterior. No conviene pulverizar demasiado el suelo pues se puede formar costra superficial e impedir esta costra la germinación de la semilla.
No debemos repetir el cultivo año a año ni poner como alternativa otra leguminosa. Una alternativa interesante serían las solanáceas y cucurbitáceas.