No hay duda de que los kiwis están deliciosos, y que aunque parezca algo imposible si tienes un huerto en casa, tú también puedes cultivarlos de forma sencilla.
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Cómo plantar kiwis en 3 sencillos pasos
Lo más importante que debes saber es que necesitas una estructura para que la planta del kiwi se enganche a ella y crezca teniéndola como base; estas estructuras se llaman “de tutorado”, y la más común para este tipo de cultivos es en forma de “T”.
Otro aspecto básico que debes conocer es que la planta de kiwi puede ser macho o hembra, por lo que para cultivar con éxito y tener opción a aumentar la producción con el tiempo, tienes que sembrar al menos un ejemplar de los dos. El mejor momento para el cultivo del kiwi suele ser entre los meses de noviembre y febrero. Para asegurar su polinización necesitas una planta macho sin frutos, que puede fecundar hasta ocho hembras, y una planta hembra, que no tiene porqué ser de la misma especie.
Si hay abejas en la zona, no tendrás que preocuparte ya que ellas harán todo el trabajo de fecundación de la planta femenina; si no es así, tendrás que inducir la polinización de forma manual; para lo cual debes coger una flor masculina y frotarla o sacudirla sobre unas cuantas flores femeninas.
Finalmente, si eres aficionado a las plantas. Ya sabes que la preparación del suelo es esencial para que cualquier planta crezca con éxito. En el caso de los kiwis este cuidado pasa por levantar el sustrato lo primero; para ello puedes ayudarte de un azadón. Una vez que has removido bien la tierra, es conveniente añadir sustrato orgánico, cualquier estiércol puede servir.
El kiwi es una planta que necesita un suelo cargado de nutrientes para crecer, por lo que has de enriquecer el suelo de vez en cuando con fertilizante y abono rico en nitrógeno, fósforo y potasio, que ayudan al desarrollo de la planta
Cómo realizar la poda en el kiwi
La poda es ese momento terrible en el que uno se plantea si realmente es necesario hacer sufrir a la planta de esa manera; pero realmente es un paso fundamental no sólo para crezca con más fuerza, sino también para controlar su forma. La poda del kiwi es formativa, y tiene por objetivo dar forma a la planta y que ésta se desarrolle en torno a la estructura de tutorado; la idea es que tanto el tronco principal como los dos brazos laterales cubran el espacio entre los alambres que configuran dicha estructura. Además, también se mejora la iluminación y la ventilación de la planta.
Esta poda puede realizarse dos veces al año: a principios de invierno y de verano. En la de invierno se dejan tres ramas laterales que estén lo suficientemente desarrolladas y que tengan un buen número de yemas. Mientras que en la de verano se eliminan las ramas mal orientadas; ésta poda puede hacerse antes y/o después de la floración, según veas cómo se desarrolla la planta y si es necesario retirar ramaje.